He encontrado en mi vida amigos, enemigos, conocidos, cientificos,MI BUSQUEDA NO ES SENCILLA
(aportación de nuestra amiga Anahí Morales)
¡UN HOMBRE!
Un
hombre que no tema a la ternura; que se atreva a ser débil cuando
necesite
detenerse
a recobrar fuerzas para la lucha diaria;
que
no piense que al amarme lo derroto, o que al amarlo me aniquila.
Un
hombre que me proteja de los demás y de mí misma,
que
conociendo mis errores, los acepte y me ayude a corregirlos.
Un
hombre que quiera y sepa reconocer mis valores espirituales y sobre ellos
pueda
construir todo un mundo; que nunca me rebaje con su trato.
Un
hombre que con cada amanecer me ofrezca una ilusión,
que
aliente nuestro amor con toda delicadeza para que una flor entregada
con
un beso tenga mas valor que una hoja.
Un
hombre con el que pueda hablar, que jamás corte el puente de
comunicación
y ante quien me atreva a decir cuanto pienso,
sin
temor que me juzgue y se ofenda, y que sea capaz de decírmelo todo,
incluso
que no me ama.
Un
hombre que tenga siempre los brazos abiertos para que yo me refugie
en
ellos cuando me sienta amenazada e insegura, que conozca su fortaleza
y
mi debilidad, pero jamás se aproveche de ello.
Un
hombre que tenga abiertos los ojos a la belleza, a quien domine el
entusiasmo
y ame intensamente la vida;
para
quien cada día sea un regalo inapreciable que hay que vivir plenamente,
aceptando
el dolor y la alegría con igual serenidad.
Un
hombre que sepa ser siempre más fuerte que los obstáculos,
que
jamás se amilane ante la derrota y para quien los contratiempos
sean
más
estímulos que adversidad,
pero
que esté tan seguro de su poder que no se sienta en la necesidad
de
demostrarlo
a cada minuto en empresas absurdas sólo para probarlo.
Un
hombre que no sea agoísta, que no pida lo que no se ha ganado,
pero
que siempre haga esfuerzos para tener lo mejor porque lo ha ganado.
Un hombre que goce dando y sepa recibir.
Un
hombre que se respete a sí mismo, porque así sabrá
respetar a los demás;
que
no recurra jamás a la burla ni a la ofensa que más rebajan
a quien
las
hace que a quien las recibe.
Un
hombre que no tenga miedo de amar ni se envanezca porque es amado;
que
goce el minuto como si fuera el último, que no viva esperando el
mañana
porque que tal vez nunca llegue.
¡CUANDO LO ENCUENTRE, LO AMARE INTENSAMENTE.