Escrito por: Luis Fernando MorenoLA FORTUNA DE HABER CONOCIDO A MARCELA
(Aportación de nuestra amiga Marcela Zavala G.)Aquella noche de 1998 llegué a la estación de Radio FM donde trabajaba hacía seis años, sin pensar que ésa no iba a ser una noche más.
Mi turno frente al micrófono no comenzaba sino hasta las seis de la mañana , pero yo ya había sido contagiado desde tiempo atrás por el virus del Internet , por lo que ocupaba las horas que deberían ser para descansar , en sentarme frente a esa pantalla que nos transporta a diferentes mundos de fantasía.
Quizás mi profesión de Locutor profesional se había transformado casi sin darme cuenta ( o sí ) en una herramienta para muchas conquistas , las que obviamente no desaprovechaba. A pesar de haber tenido un par de novias a las que llegué a querer mucho , siempre surgían ( mejor dicho , YO hacía surgir ) algunos "problemas" que ameritaban la ruptura que me salvaban de compromisos mayores.
La computadora me daba el medio justo para ser un cyberpolígamo y alimentar mi ego de conquistador , hasta que me cansaba y con un simple movimiento de mouse cortaba las relaciones y se rompían las cyber cadenas que me devolvían mi libertad , hasta que la noche en cuestión , cuando me encontraba sobrevolando el mundo buscando momentos placenteros con alguna conquista , apareció ella.
Desde un primer momento me atrajo su nick . Simplemente su nombre , "Marcela", quizás porque me pareció un nombre muy bonito , y decidí acercarme a ella con el ya tan gastado "hola , ¿quieres conversar un rato?". Fue conocerla y comenzar a darme cuenta de la clase de persona con la que estaba conversando.
Desde un primer momento supe que ésta no iba a ser otra más de mis conquistas , ya que al estar conversando con ella , casi sin darme cuenta , mis otras novias del aire , dejaron de tener importancia y me concentré en esta mujer que así de la nada y sin pedir permiso llegaba a ocupar una gran parte de mis pensamientos. Tal vez sea el momento de aclarar que quien les habla vivía en Tucumán , una provincia del norte de Argentina y esta nueva intrusa en mi mente lo hace en Monterrey , México. Por esta razón , creía que "lo nuestro" no podría tener un final feliz ya que no soy de los que creén en el amor a distancia , pero el tiempo y el conocernos cada vez más y más me demostrarían lo contrario.
Llegó el tiempo del intercambio de fotos ....¡ Cuántos nervios! . Nervios que desaparecieron al comprobar que a Marcela no le duró mucho el desmayo que tuvo al ver mi imagen y luego de las sales , reanudó el contacto.
Después llegarían las llamadas por teléfono y la lluvia de mails ofreciéndonos la luna y el sol. Cuando ya me comencé a cansar de darle besos y caricias a un frío monitor , que para peor ni me los correspondía , en nuestros cyber encuentros , pensé que ya era hora de conocer personalmente al motivo de mis desvelos y dolores de espalda , producto de horas con ella frente a la pantalla , donde miles de corazoncitos se elevaban desde mi cabeza buscando a través del aire , la suya.
Pasó un año de cybernoviazgo cuando me vi con los boletos de avión a pesar de las dudas acerca de mi cordura y escapando de las personas que me querían internar en el manicomio al yo creer que una relación así podría ser sincera.
Nuestros contactos telefónicos pre-viaje eran de promesas de un primer encuentro apasionado , ya que prácticamente nos conocíamos a la perfección.
Mi visita iba a ser por un mes y medio , tiempo que conseguí de vacaciones en mi trabajo, apelando a mi poder de convencimiento y promesas de muchos regalos a mi regreso.
El vuelo fue de incertidumbre y hasta llegué a pensar que estaba cometiendo una locura al haberle prometido amor a una persona a la que no conocía personalmente , persona a la que no quería lastimar . Luego de 12 horas de viaje entre México y Monterrey , donde el platillo más apreciado que comí en el autobús , fueron mis uñas , llegó el gran momento del encuentro.
Ella me estaba esperando en la Central de Autobuses y al verla acercarse a mí , me acordé de Carlos Vives , al sentir rodar por mi espalda una "Gota Fría"; y nuestro anunciado primer encuentro apasionado se transformó en un simple beso en la mejilla acompañado de un frío "¡Hola , soy Luis!".
Afortunadamente esta situación cambió inmediatamente y mi mes y medio de estadía en esta ciudad se prolongó desde ese día 15 de Mayo del 99 hasta la actualidad. En ella descubrí a la mujer que siempre soñé . Es mi compañera, mi novia , mi amiga , mi confidente , mi todo .
Tengo la enorme suerte de estar a su lado viviendo en éste , mi nuevo país , y en este año nuestra locura , nuestras ilusiones , nuestras fantasías tendrán el final que ambos soñamos , coronando de la mejor manera la fortuna de haber conocido a Marcela.
Luis Fernando Moreno.