Todavia despierta sonrío en silencio recordando aquel sueño. Fue un sueño mágico, perfecto.HOY HE SOÑADO CONTIGO
(Escrito por nuestra amiga Maria Laura Giraudo)Quisiera que ambos compartieramos esto, por eso te escribo, pero todavía no sé si voy a enviarte éstas palabras.
Estábamos los dos en un auto. Conversábamos de nuestras vidas. Yo estaba a tu lado, cruzada de piernas, con una hermosa falda que sin querer dejaba ver mis rodillas. De pronto vos pusiste tu mano en una de ellas y yo te pedí que no lo hicieras. La retiraste; pero un segundo después lo hiciste de nuevo.
Tomé tu mano y te pedí nuevamente que no lo hicieras. Me preguntaste porqué; porque no podía. Te dije que no, simplemente que no quería, que no me gustaba lo que hacías, que no era correcto.
Sacaste tu mano, me miraste y sonreíste. Sonreíste feliz, y me dijiste: sos toda una mujer. Sonreimos juntos. Me tomaste de la mano con dulzura, con delicadeza. Acaricié tu rostro suave, sentía la
calidez de tu cara, sentí que inclinabas tu cara buscando prolongar aquella caricia.Y luego en un instante, nos miramos, nos acercamos y deseándolo con el corazón unimos nuestros labios en un beso. Fue nuestro amor expresado en aquel acto. Fue sublime. En un instante, mientras nuestro beso seguía entre nosotros, sentí tu lengua ingresar suavemente a mi boca.
Supe que no debías hacerlo, supe que aquello no era bueno, pero lo hiciste con tanto dulzura, con tanta suavidad que borré de mi mente todos los miedos y me dejé llevar hacia aquel beso mágico y erótico.
No habia maldad ni morbo en tu acción, había amor, lo sentía. Era la expresión mas cercana al amor que salía de tu pecho.Sorprendida aquel instante abrí los ojos y te ví lleno de felicidad, diciendo te amo como nunca habías podido decírmelo en palabras. Como nunca te habías animado a confesarlo. Luego nos miramos, sonreímos con complicidad, nos dijimos sin palabras que éste era nuestro secreto.
Por algún motivo ambos sabíamos que podíamos confiar en el otro, que aquel momento de intimidad estaría en nuestra memoria para siempre, que ya no había que decir nada más. Y lo mas importante de todo, que en ese momento supe que él me amaba tanto como yo, pero en silencio, de la única forma que para nosotros estaba permitido.
Nos quedamos alli, tomados de la mano, mirando al vacío sin decir palabra. No hubo preguntas, no hizo falta decir nada. Después tuvimos que volver a la realidad, a nuestras vidas separadas, distintas.
No quería que aquel sueño terminara, abrí los ojos, sentí una sonrisa en mi boca. Miré el reloj, eran las cinco de la mañana, no faltaba mucho para que me levantara, me acurruqué en mis sábanas y pedí al
cielo el milagro que vos hayas tenido el mismo sueño, rogué para que la magia exista, para que vos tambien sintieras lo mismo que yo.Y pasé el día sonriendo en silencio. Con esperanza, con amor.
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