Un carpintero, que habìa dedicado toda su vida a construìr casas de madera, llegò a la edad de la jubilaciòn. Hablò con su jefe en relaciòn con sus intenciones de dejar de trabajar para disfrutar màs de su familia.EL PROYECTO MAS IMPORTANTE DE SUS VIDAS
(Aportación de nuestra amiga Graciela Saldívar)Iba a extrañar la seguridad del trabajo y la paga derivada del mismo, pero necesitaba retirarse.
El jefe sentìa tristeza al ver que su buen empleado dejaba la compañìa, por lo que le pidiò, como un favor personal, que solamente le ayudara a construir una casa màs. El carpintero accediò, pero se veìa que no estaba poniendo el corazòn en su trabajo. Por lo mismo, trabajaba sin entusiasmo y los resultados eran deficientes.
Cuando el carpintero terminò su trabajo, el jefe fue a inspeccionar la casa y una vez hecho esto, entregò al carpintero las llaves de la puerta principal.
"Esta es tu casa -dijo-, es mi regalo para ti".
¡Què tragedia! ¡Què pena! Si hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, la hubiera hecho de manera totalmente diferente. Ahora tendrìa que vivir en la casa que construyò mal y sin entusiasmo.
Si construimos nuestras vidas sin poner en ello lo mejor de nosotros mismos, veremos con pena la situaciòn que hemos creado. Si lo hubièramos sabido antes, la habrìamos hecho diferente.
Graciela
ADOLESCENCIA
¡Padres en acciòn!
Jorge Zuloaga
Norah Franco de Zuloaga.