Recuerdo el poema "Las manos arrugadas"
de mi madre, ahora no solo asi están, sino
que lucen hinchadas y moradas.Sus venas están reventadas, no hay
lugar donde pinchar,
su cuerpo luce delgado y en cama
potrada está.Ahora sus manos no más me tocan,
pues sin fuerza están,
ya no no hay café, comida que pueda
ofrecer o hacer.Sus ojitos cerrados siempre están,
Su luz y brillo no miro más.Su boca, su boca cerrada siempre está
Como mudo testigo de palabras de
Cariño y amor que a sus hijas dió.Me hace falta su vigor, fuereza, entereza,
Compañía, su voz…..Se me muere poco a poquito,
¡!DIOS, DIOS MIO!!!
Dame fortaleza, mi ser y alma desfallece
Pocas fuerzas tengo.JESUS CONFIO EN TI.
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