Una vez pequeña niña dijiste una bella frase en la que sintetizaste tu sentir por la vida, en esa frase desnudaste tu fantasía, tu forma de ver el mundo, tu forma de concebir el universo.LAS ESTRELLAS QUE SE JUNTAN PARA FORMAR EL SOL
(Escrito por nuestro amigo Daniel Ramírez)Yo me imagine pajarillos cantando y uniendo sus voces en una maravillosa sinfonía de amor.
Esa mañana en medio de tu inocencia, de tu maravillosa inocencia abriste tus ojitos y abriste tu ventana; al abrirla aspiraste el aire de esta ciudad que nos mata poco a poco, de esta urbe que nos convierte silenciosamente en locos, en paranoicos; escuchaste a algún pajarillo que se animó a cantar, viste a una mariposa que se atrevió a volar.
Viste la lejana montaña que humeaba un poco, viste que el sol comenzaba a salir y entonces me dijiste:
De noche las estrellas corren por todo el cielo, pero ya en la mañana se reúnen todas para formar el sol...
Que maravillosa sería la vida mi niña; si todos los niños como tu que corren felices por el parque se juntaran y formaran una inteligencia llena de inocencia, y que con la misma seriedad con la que juegan solucionaran los problemas del mundo.
Que maravilloso sería mi niña si todos los ríos del mundo se unieran y cantaran en su camino al mar una hermosa canción.
Que hermoso sería que así como las estrellas de tu mundo se juntan para formar el sol, así los humanos nos uniéramos y formáramos un mundo mejor.
Y aquella tarde mirabas fijamente al sol, y vi que ansiosa esperabas, me dijiste que querías ver como se deshacía el sol para llenar el cielo de estrellas, y yo no quise que te desengañaras, yo no quise que por lo menos el día de hoy descubrieras la realidad, esa realidad que empieza cuando te das cuenta que las estrellas no son angelitos ni los ojos de Dios, cuando te das cuenta que eso es solo una fantasía, cuando te das cuenta que la realidad es cruda, cuando te desengañas.
Entonces te dije que el sol no se deshace en estrellas cuando los ojos de una linda chiquilla lo miran, pero te describí como de pronto se deshacía en miles de chispas de colores que van a jugar por todo el cielo, te di un chocolate y feliz te lo comiste; cuando termino de anochecer te dije que el sol ya se había convertido en estrellitas y entonces salimos al patio y vimos a las estrellas, esas estrellas que cuando era niño eran para mi ángeles.
Que hermoso sería mi niña si las lagrimas que derraman los niños del mundo se convirtieran en un arroyo lleno de luz en el que jamas hubiera tristeza.
Que hermoso sería si todos conserváramos un poco de inocencia e ingenuidad, y que uniéndolas acabáramos con la maldad.
Que hermoso sería mi niña si todos los sueños nobles del mundo se unieran para que con ellos formáramos otra vez el paraíso que Dios nos quitó.
Que hermoso sería si todos los sufrimientos, si todas las quejas, si todas las envidias, si toda la corrupción fueran destruidas por todos los humanos unidos en una sola humanidad.
Y esa noche cuando dormías tranquila y angelical te observe, y le rogué a Dios que en ese momento detuviera el tiempo, le rogué que el salado de las lagrimas no fuera el sabor de tu carita, le rogué que lo cristalino de tu risa fuera mi felicidad, le rogué que tu inocencia no sea una carga para ti algún día, le rogué que nos de voluntad para hacer un mundo mejor...
Que hermoso sería mi niña que así como las estrellas de tu mundo se juntan para formar el sol, así los humanos nos uniéramos y formáramos un mundo mejor.
DANIEL RAMÍREZ MELÉNDEZ.
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