EL GIGANTE
(Escrito por nuestro amigo Javier Ordonez)

Sus manos fuertes como las de un gigante
Era un ¡gigante!, pero no por su tamaño
Sino por su amor y ternura abundante
Era un “gigante “para aquel niño que apenas tenía un año.

Aquel niño respondía a  carcajadas
Ante la llamada del gigante
Que iba hacia él con ganas
De escuchar y reirse de payasadas.

¿Qué acaso era una payaso?
¿Que reía y jugaba con el niño?
¿Que no hacía más que agarrarlo del brazo?
¿Y hacía volar como a un hilo?

El niño, al gigante escuchaba, pensando cuanto lo quería
Pero oía con desconcierto aquella frase que decía:
“Javito, Javito, color de café,
Si tu no me quieres yo se porque.”

Sin embargo esa frase
Fue la unión de tan grandes almas
 la del niño y esa especie de padre
que cada vez se querían más.

Un día el niño decidío llamar al gigante por su nombre
¿Pero cómo? Si su nombre no lo sabía ningun hombre
Y Un día el niño a través del enorme jardín oyó
El nombre del gigante y así el niño lo  llamó
PACHIS.