Deslízate con gusto, con risa y entusiasmo;
Ya no caben rencores, envidias ni temor.
Deslízate en silencio, sin perder energías
Que largo es el camino, y cansado el andar.

Deslízate contento, agradecido y cierto
De que Dios te protege en tu paciente andar,
Y déjate llevar por los verdes caminos
Que aunque desconocidos, Su Mano guardará.

Deslízate feliz, entre mil desengaños,
Que la paciente espera te llevará al lugar
Donde dulce y sereno, junto con tus hermanos
Disfrutarás descanso, alegría y libertad.
 

María Aurora Arrese
27 de febrero de 1993