NOCHE DE REYES
(Aportación de Francisco Ortuño)

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La noche de Reyes es,
la pascua será mañana,
descalza, madre, mis pies
y pon mis botas después
por fuera de la ventana.

Los Reyes, van a llegar
deben pasar por aquí
y ya no deben tardar,
yo cogeré al despertad
lo que traigan para mí.

Me han dicho, que son muy buenos
que van repartiendo cariño,
y que aquí más, allí menos,
vierten sus bolsillos llenos
de cosa para los niños.

Así alegre y bulliciosa
una niña pobre hablaba,
era un capullo de rosa
mientras la madre llorosa
en la cama la acostaba.

Una tras otra recita
sus oraciones, y al fin
reclinó su cabecita
y se quedó dormidita
como un bello querubín.

Mil sueños de placer vagos,
mil imágenes hermosas,
llenan su mente de halagos
soñaba con tantas cosas
como traerían los Magos.

Mientras, la madre sombría
piensa con dolor sincero,
que es su suerte tan impía
que apenas tiene dinero
para comer otro día.

Después de mucho llorar
da un beso a la niña bella
y va a la calle a comprar
un juguete para que ella
se lo encuentre al despertad.

Cuando la venta abrió
la niña pobre al otro día,
una muñeca encontró
y radiante de alegría
¡vivan los Reyes gritó!

La niña quedó tan hueca
y la madre hambrienta y seca
también tuvo otro placer:
¡La niña con la muñeca
no se acordó de comer!

Francisco Contreras
 

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