TweetUN POBRE Y MISTICO PENSAMIENTO
(Escrito por nuestro amigo Jesús García Rocha)Pocas veces se le dedica a el padre un reconocimiento, unas palabras tiernas, un pensamiento sincero que salga del corazón ó externarle agradecimiento y reafirmar nuestra lealtad a las enseñanzas
que con todas las posibles fallas que pudimos criticar, y a pesar de las incomodidades y las maldiciones que algunos hijos le pudieron prodigar.Pues los hijos no vemos los esfuerzos que él realiza, para poder llevar a su hogar el sustento necesario que sus hijos y esposa lleguen a necesitar.
Claro está, que me refiero a aquellos hombres, que fiel y realmente cumplen con su cabal y necesaria participación que le corresponde en la armonía familiar ¡Y que no tienen algún desorden de conducta psicológico ó de adicción!
Claro está que como todos los seres humanos, tenemos defectos, y fallas en nuestro comportamiento, así también los tiene él; y si nos remontamos a la educación familiar que aprendió varios años atrás
cuando él era niño y lo reprendían sus padres, entenderíamos un poco el porqué de su comportamiento y la manera de tratar de educarnos.Pero lo que no entendemos en ése momento, y además, tampoco lo valoramos aún ya mayores, es que el nunca quiso lesionar ó provocar algún daño a sus hijos, porque para él ésa era la forma adecuada de educar a sus hijos, tratando así de educarlos como buenas personas para su futuro bienestar.
Sin embargo, y lo que, casi siempre sucede, es que las personas siempre se acuerdan y no olvidan las cosas que les provocó alguna molestia ó desazón y lo mantienen en su pensamiento, como una forma de defensa ó recriminación inconsciente.
Lo que la gran mayoría de las personas no realiza, es la valoración y reconocimiento hacia las personas de las buenas acciones, de los esfuerzos que llegó a tener, también de los momentos de acercamiento que tuvo con sus hijos, y una de las cosas más importantes, de todo lo que no valoramos, el reconocer que gracias a la presión que nos realizó, gracias a su esfuerzo para darnos lo necesario, gracias a no permitirnos realizar la vagancia, gracias a las enseñanzas que nos dió en nuestra formación, gracias a el tiempo que nó pudo estar con sus hijos y que perdió, para poder llevarnos el sustento, logré terminar mis estudios, y por ello vivir de una forma decorosa y ser un hombre de bien y apreciado en la sociedad, y gracias a el respaldo, y apoyo que nos transmitió con su fortaleza y con el cual nos sentimos seguros ante los problemas, nos dió fuerzas para luchar y salir adelante.
Todas esas cosas que he plasmado, y tantas y tantas otras, que faltan, son las que me han hecho, que con toda la vergüenza que nunca había sentido, y con todo el arrepentimiento que tengo y que emana de mi ser, por haberlo satanizado, haberlo visto como mi enemigo, haber, llegado a “ juzgarlo “ ( Je!, Je!, Je!!) , y con ¿Qué autoridad? le escriba y le dedique éste … "Pobre y Místico Pensamiento", que además ni siquiera lo va a reconfortar, pues ya ha muerto.
Parece mentira, pero la luz y el amor de una madre siempre opaca, a la figura paterna.
Pero si no fuera de esa manera, ¡No tendría la envestidura que por ende le corresponde!
Y ahora que yó soy padre, me doy una idea de lo que pudo llegar a sentir al tener que ser el "Villano de la Película", sabiendo que también los padres amamos por igual que la madre a nuestros HIJOS.
Pensamiento dedicado a mi padre, el señor Jesús García Colón.
De su hijo; Dr. Jesús García Rocha
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Un pobre y mistico pensamiento