Compartir en FacebookABUELITA
(Escrito por el reconocido escritor Héctor Gagliardi)
Tiene la vista cansada,
como cansado el andar,
y ya se empieza a encorvar
por los años agobiada:
su cabecita plateada,
que termina en un rodete,
la peina tirante y fuerte,
apenitas levantada.Visita que hace a la nuera,
es visita de inventario;
abre roperos y armarios
y en todos lados husmea
y la nuera que la espera
esconde lo que compró
porque peso que gastó
origina una pelea.A los yernos los defiende
de las quejas de las hijas:
que nunca han sido prolijas
que al marido no lo atienden
y el otro, que no la entiende
se queda lo mas contento
y no sabe que por dentro
la abuela lo compra y vende.Está lista a cualquier hora
a defender a sus nietos,
que siempre salen absueltos
con tan buena defensora,
“porque los hijos ahora,
se olvidan de lo que fueron”
y al contar lo que le hicieron
pasa a ser acusadora.Después, saca unas monedas
que tiemblan entre sus dedos
pero, al oír “caramelos”
vuelve a cerrar la cartera,
y mientras todos esperan,
a los padres les pregunta.
¡como a sido la conducta
de una semana entera!Entonces, viene el revuelo,
y al que dijo “la palabra”
se le dibuja en la cara
la “ve corta”de un puchero
y llora con desconsuelo,
pero entonces, la abuelita
le suena la naricita
con la punta del pañueloY se queda a almorzar
quieren estar a su lado,
y hay que comer apretados
por no oírla rezongar
y para desautorizar
lo que la madre contó
todo el mundo termino
la sopa sin protestar.¡Abuelita cachacienta,
que por riguroso turno
vas visitando ese mundo
que comprende tu existencia:
tu disculpable impaciencia
la justifica tu edad:
es la vida que se va
con su carga de experienciaCuando veo tu figura
siempre vestida a la antigua,
que al bostezar te santiguas
con tu creyente ternura
me siento mas criatura
y sin saber, ¡abuelita!
me dejas la monedita
de tu infinita ternura.¡Puedes compartir esta lectura con tus amigos!
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