Esta es la historia de un pibe de la calle, su nombre era Juan... su edad 11 años.CHICO DE LA CALLE
(Escrito por nuestro amigo Gabriel González)Este pibe peleó la vida cara a cara, mano a mano; vivía debajo de un puente. Cada mañana lo despertaba el frio de mañana... con hambre y con sueño agarraba los limones y muy temprano se le veia haciendo malabares cuando el semáforo se ponía verde como cuando llega la primavera.
Su corazón latía más acelerado con tantas ganas, se le veía, se notaba en su mirada esos ojitos brillosos pero de pronto una noche con mucho viento y bastante agua tuvieron que dejar el puente por la crecida... todo mojado y con mucho frio, estaba morado y pararon en un parque se llama "Parque Las Heras".
Ahí hay un reparo, ese fue su nuevo hogar. Por momentos, al otro día cuando recién aparecían los rayos de un día con sol y cuando las persianas de los comercios tambien se hacían oír todo parecía lo de siempre, pero el día no se acordó de despertar a Juan.
El frío de una noche de lluvia, y la ignorancia de la gente y sobre todo de nuestros gobernantes, hoy la muerte nos ganó una vida, la vida del pibe, el mismo lugar que lo veía jugar a la pelota con una botella o el mismo limón, hoy lo ve morir de manera horrorosa.
Sé que los juegos del parque lo van a extrañar, si el era el que más vida le daba, los días no serán lo mismo para los automovilistas que a un horario fijo pasaban por el semáforo y lo veían y ya lo esperaban con una monedita se hacía querer el loco... obvio que con la gente de buen corazón porque algunos no bajaban ni bajan la ventanilla, y de dentro lo miraban con una cara... hoy en día pasa lo mismo.
Dense cuenta que una moneda puede cambiarle el día a un chico de la calle; una simple moneda hace la diferencia y esto también es para nuestros gobernantes... pónganse las pilas, somos seres humanos.
Bueno, los dejo y espero que reflexionen.
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