TweetMORALEJA DEL SOLDADO
(Aportación de nuestra amiga Luz Nelly Méndez)Un soldado regresa de Vietnam y llama a sus padres que viven en Sacramento.
- Papá, mamá, estoy regresando a casa pero tengo un un favor que pedirles: un amigo viene conmigo.
- Seguro.- Responden los padres: Nos encantará que venga contigo.
- Lo que pasa es que fué seriamente herido en una batalla: pisó Una mina quiebra patas y perdió un brazo y una pierna. Está muy abatido.
- Lo sentimos, hijo ¿No será mejor encontrarle un sitio para que viva?
- No; yo quiero que viva conmigo.
-¿Te das cuenta de lo que estás pidiendo? Una persona con esas limitaciones sería un peso demasiado grande para nosotros. Tenemos nuestras propias vidas y no podemos dejar que alguien así interfiera en ellas. ¿Por qué no te olvidas del amigo y vuelves ahora mismo? El encontrará la manera de sobrevivir si lo desea.
Cuando la conversación llegó a ese punto, el hijo colgó el teléfono y sus padres no volvieron a saber nada de su paradero.
Sin embargo, una semana después recibieron una llamada de la Policía de San Francisco: Su hijo había fallecido al caer desde una azotea y se estimaba que era un suicidio.
Los padres, llorosos y angustiados, vuelan a San Francisco con el objeto de ir a la morgue a identificar el cuerpo de su hijo.
Ellos lo reconocen de inmediato, pero observan horrorizados algo que no sabían: su hijo sólo tenía un brazo y una pierna.
TOMADO DE: “VITAMINAS DIARIAS PARA EL ALMA”
Humberto A. Agudelo C.¡Puedes compartir esta lectura con tus amigos!
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Moraleja del soldado