Esta es una historia que publiqué hace poco en mi fotolog, pero ya desde hace tiempo descubrí que no es aquél un ámbito muy fértil para escribir con algo de seriedad.LLUVIOSO Y TRISTE
(Escrito por nuestro amigo Hora Ferreyra)
El día estaba lluvioso y triste.
Yo me perdía buscándote desde el viejo bar de Juncal y Montevideo y te recordé diciéndome allí mismo que los hombres no tomaban eso, que era una afrenta a nuestras costumbres no tomar café, mientras seguía revolviendo mecánicamente mi submarino.
Y verte aparecer fue el amargo fin de todo este misterio: tan resuelta y despreocupada bajo la lluvia, tan única entre toda esa gente, ibas a dejarme.
Nosotros ya no seríamos tal cosa, ni volveríamos ya a caber cómodos dentro de una sola palabra. Lo supe con certeza, estábamos a punto de disolvernos en la irreparable nostalgia de lo que fue y, peor aún, lo que pudo haber sido; desapareceríamos en un solitario y final lo que ya no será.
Y entonces decidí detener el tiempo. Ya nunca terminaste de cruzar esa calle hacia la silla vacía frente a mí ni volvió a ser un día diferente de aquel lluvioso y triste en el viejo bar de Juncal y Montevideo.
Ya no hubo tiempo para reconstruir mi vida, ni en el que tuviera que caer para volver a levantarme.
Ya nunca me perdí ni me fue necesario buscarme.
Decidí vivir por siempre aquel instante, sin certeza alguna ya, perdido en esa duda de dos extremos entre los cuales podría abandonarme y subsistir.