Cuentan que una vez, había un rey muy caprichoso y excéntrico, que tenia una hija muy hermosa, y aunque su intención era casarla, puso como condición algo poco común y quizás, un poco absurdo:EL VUELO DEL HALCON
(Aportación de nuestro amigo
Julio Cesar Cortez Aguirre)Determinó que se casaría con su hija y heredaría parte del reino, aquel hombre que fuera capaz de hacer volar un Halcón, que desde hace mucho tiempo, estaba posado sobre la misma rama.
Sin embargo, pasaban las semanas y nadie del reino pudo hacer volar al Halcón, a pesar de todos los trucos y mañas que utilizaban los cientos de hombres que lo intentaron.
Pero una mañana, el rey se levanto y vio volando al Halcón por su jardín.
¡Que alegría! Su hija ya tenía pretendiente.
Cuando mandó a llamar a la persona que había hecho semejante milagro, le preguntó:
¿Fuiste tú quién hizo volar al Halcón? ¿Como lo hiciste? ¿Acaso eres un mago?
Y con una mezcla de felicidad y nerviosismo, el humilde campesino explicó al Rey…
Realmente no fue nada difícil, Su Alteza, lo único que tuve que hacer, fue cortar la rama en la que el
Halcón estaba posado, y entonces, el halcón recordó que tenía alas y simplemente se levantó vuelo.
Esta preciosa historia nos recuerda, a ti y a mí, que TENEMOS ALAS, lo que a veces no nos atrevemos a usarlas para volar alto.¡Puedes compartir esta lectura con tus amigos!
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