AMOR DEL VERDADERO
(Aportación de nuestra amiga Lorena Armenta)Mosés distaba de ser un hombre guapo. Además de una estatura algo baja, tenía una grotesca joroba. Un día, visitó a un mercader que tenía una hermosa hija llamada Francy. Mosés se enamoró perdidamente de ella, pero a ella le repelía su apariencia deforme. Cuando llegó el momento de despedirse, Mosés hizo acopio de su valor y subió las escaleras hasta donde estaba el cuarto de aquella hermosa joven para tener la última oportunidad de hablar con ella. ¡Era tan hermosa! pero a Mosés le entristecía profundamente su negativa a mirarlo. Después de varios intentos de conversar con ella, le preguntó tímidamente:
- ¿Crees que los matrimonios se crean en el cielo?
- Sí, -respondió ella-, todavía mirando al suelo.
- ¿Y tú?, preguntó ella:
- Sí, lo creo -contestó Mosés-.
Verás, en el cielo cada vez que un niño nace, el Señor anuncia con qué niña se va a casar. Cuando yo nací, me fue señalada mi futura esposa. Entonces el Señor añadió: "Pero tu esposa será jorobada". Justo en ese momento yo exclamé:- "Oh, Señor, una mujer jorobada sería una tragedia, dame a mí la joroba y permite que ella sea hermosa".
Entonces Francy levantó la mirada para contemplar los ojos de Mosés y un hondo sentimiento la conmovió. Alargó su mano y se la dio a Mosés. Tiempo después, ella se convirtió en su esposa.
Autor Desconocido
Este cuento me encanta porque me hace recordar el día que conocí a Luchito. Además de ser un hombre agradable, inteligente y cordial, tenía algo en su rostro que llamaba la atención: una gran cicatriz, producto de la intolerancia y de la violencia que vivimos en nuestra sociedad. Yo sé que es tener una marca en el rostro, pues yo fui operada de un cáncer de piel hace aproximadamente 15 años, y aunque con el tiempo he superado llevar esas cicatrices en mi rostro, no fue fácil aceptarlo.
Es importante reflexionar sobre los prejuicios que tenemos referente a la belleza física de las personas y que nos impiden entender y vivir el amor como la aceptación de la otra persona, no por lo que es exteriormente, sino por lo que revela desde adentro. Y es que el amor es el arte de olvidarse por completo de uno mismo, de todos los deseos y las necesidades egoístas, para llegar a conocer la personalidad y el carácter de otro. Es fortalecerse con las cualidades halladas en el otro y las experiencias mutuamente compartidas. Es aprender y llegar a preocuparse por esa persona hasta el punto de sufrir cuando ella sufre y de sentir su alegría cuando llega.
El amor es estar dispuesto a dar sin pensar en recibir nada a cambio, a prestar tu apoyo cuando el otro está débil, a darle tu sonrisa cuando la otra persona ha perdido la suya. El amor es la fusión de dos almas individuales para formar un espíritu completo, con un lazo común de amor y de respeto.¡Puedes compartir esta lectura con tus amigos!
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Amor del verdadero