Has de saber que hace muchos, muchos siglos hubo en el mundo hombres llamados alquimistas que se empeñaron en convertir en oro el plomo, y has de saber que fracasaron... has de saber que en este siglo XXI los seres humanos han caído en la extraña locura de creer que el oro se puede convertir en amor, y has de saber que igual que sus antecesores los alquimistas, han fracasado.ALQUIMIA
(Escrito por nuestro amigo Daniel Ramirez)
No, no es posible... ella es linda como las estrellas, es feliz como la luz del sol... yo soy un ser muy triste, solo conozco el fango de la tristeza ¿cómo convertir la dureza de mi rostro en luz?
Llevaba en mis manos un regalo, iba con temor hacia donde estaba ella, en estas reflexiones me encontraba cuando ante mí apareció una anciana que al verme en tal estado rió a carcajadas, rió de forma hiriente y cruel...
- Ja, ja, ja, ja. ja, ja, ja... ¡igual de estúpido que todos! ja, ja, ja, ja...
- ¿Quién eres? ¿a que has venido? ¿sólo para burlarte? respeta mi dolor...
- ¿Cuál es tu dolor?
- Es que me he enamorado de una chiquilla hermosa, su cabello es largo y negro, sus ojos negros parecen dos estrellas, tiene una hermosa sonrisa, parece ella toda un bello arcoiris... yo no soy tan agraciado... yo siempre estoy triste...
- Ja, ja, ja, ja, ¿y con eso piensas llegar a su corazón? - me pregunto señalando mi regalo - ja, ja, ja, ja, ¡igual de estúpido que todos!
- ¡Ya basta! ¡vete! ¡déjame solo!
- Me das lastima... te pareces a aquellos que querían convertir el plomo en oro, solo que tu quieres convertir el oro en amor.
- Si tu crees que no podré llegar así a su corazón ¿entonces qué debo hacer? aconséjame...
- Te voy a dar una receta que figura en los viejos libros de la alquimia, lo hizo el único verdadero alquimista, se le recuerda como Melquiades, y él fue el verdadero y original alquimista, el que no tuvo entre sus ambiciones convertir el plomo en oro, él fue el verdadero enamorado, el que sufre y alaba a su amada, el que dijo que no la podría olvidar y lo cumplió, el que dijo que estaría a su lado hasta la muerte y lo cumplió, y es que el descubrió la receta para convertir las cosas bellas que nos da la vida en amor... el igual que tu erró al principio, y quiso convertir el oro en amor, has de saber que compró costosos regalos, pero ella los rechazo, y es que ella era la amante original, la que suspiraba con una flor en la mano, la que lloraba de felicidad al ver el sol, la luna y las estrellas, la que dijo que cuando llegara el hombre de su vida se entregaría a el hasta la muerte y lo cumplió.
Hoy los hombres y las mujeres no cumplen, los hombres cantan con el cantor las mas sentidas canciones, esas que dicen que su amor será eterno, pero al pasar frente a ellos otra mujer que supera los encantos de su amada se les va la mirada... las mujeres no saben perdonar... huyen del hogar... dejan a aquel a quien le juraron amor eterno ante Dios... pero tu... tu eres distinto.... tu te pareces al enamorado original... solo que estas errando el camino.... ¡vamos! ¡tira eso a la basura y acompáñame!
Tire el regalo en un bote de basura y acompañé a la anciana que en el camino me siguió platicando la historia del alquimista Melquiades...
- Melquiades se encerró en su laboratorio... su laboratorio estaba lleno de luz de estrellas, de aroma de flores, de rayos del sol, de fantasías de la luna... por que él estaba buscando a Dios, estaba buscando la bondad, la felicidad... y algo había logrado... por lo menos avanzó un poco mas que sus colegas que se empeñaban en convertir el plomo en oro. Entonces al observar los ingredientes maravillosos de los que estaba rodeado se rió de sí mismo, entendió que había caído en la misma trampa que sus colegas, estaba queriendo convertir el amor en oro, y he aquí que concibió la maravillosa receta con la que conquisto a su amada.
Tras caminar unos veinte minutos llegamos a una casona desvencijada, casi se caía, la puerta rechinó... los muebles estaban apolillados y el polvo estaba en todos lados... la anciana llegó hasta un librero en el que había viejos y gruesos volúmenes, y tomó uno, que se veía gastado... me pareció entender que no era el primero al que le daba la receta.
Tosió un poco por el polvo...
- Aquí esta... ahora te la voy a decir...
Iba a tomar papel y una pluma, pero ella me dijo...
- No, no la escribas... debes de guardarla en tu corazón... escucha... debes tomar luz de las estrellas, del arcoirirs robaras el azul, de las flores tomaras su aroma, de la luna tomaras la ilusión, con pedazos de sol le darás un poco de paz a tu corazón... pensando en la sonrisa de los niños tomaras unas gotas de esperanza... todo lo combinaras y lo pondrás en una olla de papel de colores, y mientras se cuece debes pensar en tu amada.
- Ella es hermosa, es preciosa, es buena... ¿por qué debo pensar en ella si me duele?
- Es que faltan otros ingredientes; a lo que ya te dije debes agregar un pedazo de su mirar, un trozo de su sonrisa, una pizca de su aliento, una cucharadita de su rubor, debes de imaginar que la besas y que como la abeja roba a la flor su miel así tu le robas su alma.
Y así con todo eso junto vas a poner sobre el papel de colores una hermosa canción, que será tan pero tan hermosa, que con ella convertirás su indiferencia en amor, convertirás tu llanto en felicidad, convertirás tus ganas de morir en ganas de vivir.
¿Entiendes, no se puede convertir el plomo en oro, tampoco se puede convertir el oro en amor; pero si puedes hacer de lo que hay en el fondo de ti, de tu alma y de tu corazón sazonado con luz del sol, la luna y las estrellas y aderazado con aroma de flores y con los colores del arcoiris una hermosa canción que convierta la indiferencia en amor.
DANIEL RAMÍREZ MELENDEZ.