LA CREACION DE LA MUJER
(aportación de nuestro amigo Eduardo Mendoza)
Cuenta  el Génesis,  que  Dios  dispuso que Adán nombrara a todos los seres
de la creación con un nombre para  cada  uno de ellos,  descubriendo  Adán
que cada ser tenía su pareja, excepto él.

Muy triste, Adán se dirigió a Dios diciéndole:

Señor: estoy muy contento y agradecido por todas las atenciones y privilegios con
que me has premiado, solo hay una cosa que deseo pedirte, hoy que me diste
oportunidad de nombrar a todos los seres de Tu creación, descubrí que solo yo no
tengo una pareja, así que quisiera saber qué puedo hacer para tener alguien que
sea: "Carne  de mi carne y hueso de mi hueso".

Dios muy seriamente le dijo: ¿Qué precio estas dispuesto a pagar para satisfacer
tal petición?

Adán dijo, lo que tu me pidas estrá bien,  será  justo.

Dios entonces le solicitó una vértebra;

Adán pensó: ¡Uta!  voy  a  quedar paralítico,  a  lo  que  repuso, Señor: no podría ser
algo menos agresivo???

Dios entonces le dijo: Está bien,  que sea tu fémur.

Adán intuyó: ¡Uta!   voy  a  quedar  lisiado,  vale  .  .  .  mejor que sea  yo  le proponga.

Apresurándose, Adán le dijo: Señor  no  quiero  parecer conformista, pero...

¿Qué  me  darías  por  una  costilla?

Y  .  .  .  lo  demás  ya  es  historia.

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