EL AMOR NO ESPERA RECOMPENSA
(Aportación de nuestro amigo Pablo Dornbusch)"¡No ayudo a nadie más! Usted ciertamente ya ha escuchado mucho de eso por ahí: personas rebeladas por haber hecho el bien y no recibir recompensa, o hasta exagerando en lo que hacen por los demás. Muchas veces existen razones para eso, con todo si uno hiciera el bien, ayudar a alguien sólo para recibir alguna paga, recompensa o con segundas intenciones, ¿qué valor tendría?
¡Qué cada uno se dañe!"
"¡Hasta hoy sólo hice el bien a los demás y nunca nadie me ayudó!
¡Ya no más!"
"¡Cuando tengo necesidad nadie me ayuda!
De hoy en adelante no quiero saber de nada!"
¿Qué decir delante de estos y otros desahogos?
La ingratitud existe, no se niega. Creo que cuando se ama no se pueden usar medidas, límites, condiciones.
El amor no se confunde con el egoísmo -o por lo menos no debería-, pues cuando se ama no se espera recompensa, no se tiene otro interés diferente de hacer a alguien feliz. Fuera de eso es egoísmo revestido con la máscara del amor.
No hace daño que no le retribuyan, siga amando.
Tal vez esta trovita de Herbert Lima signifique más:"Retribuyo con bondad todo el mal que me hiciste, pues siento felicidad en darte lo que no me diste".
Dale tu amor sincero a todos por igual, tu tienes una misión que cumplir en esta tierra búscala, y que lo que siembras hoy cosecharás mañana. Porque quien no sabe sembrar no entiende cual es la verdadera misión que Dios le ha encomendado.